Este, para mí, fue uno de los lugares más impresionantes que visité
durante este viaje que hicimos recorriendo parte de la Toscana.
Pitigliano se encuentra suspendido sobre piedra caliza y para mí, fue
mágico. Es una preciosidad, porque desde fuera es como si el pueblo
estuviese integrado en la propia naturaleza. Como si fuese una
prolongación del propio acantilado de toba.
También se la conoce como "la pequeña Jerusalén" porque en el centro se
encuentra el ghetto judío, que vivió durante medio milenio en
Pitigliano. De hecho, Pitigliano es un pueblo muy antiguo, milenario,
documentos del 2500 a.C. así lo corroboran (hubieron pobladores en la
Edad de Bronce, pero hay vestigios de poblaciones humanas que se
remontan al Neolítico).
He optado por enseñaros fotos del atardecer/noche, porque creo que tienen un encanto especial. ¡Espero que os gusten!
Tuvimos la suerte de caer en buenas manos a la hora de cenar. Nos gustó muchísimo la comida, el trato y la localización de este restaurante regentado por una joven pareja. Ella colombiana, él italiano. Menos mal que ella me tradujo los platos, porque estuve a punto de pedir uno que llevaba sesos, hígado y no sé qué otra cosa (víscera) que me da mucho yuyu, jajaja!! XD
Hostaria del Ceccottino
Piazza San Gregorio VII, 64
Pitigliano (Grossetto)
El plato de arriba es el relleno típico de los ravioli (en este caso
creo que eran espinacas y ricotta) con tartufo ( trufas que ya habréis
visto en otros posts, y es muy típico de la zona).
Los postres nos encantaron. El de arriba es yogur con frutas y mermelada (delicioso) y el segundo un tiramisú al vin santo que era de pecado, jaja, ¡buenísimo!!
Acabo de descubrir haciendo el post que, además de restaurante, también es hotel. Y tiene muy buena pinta.
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