En Óbidos no estuvimos ni un par de horas........veníamos de vuelta para casa y vimos un cartel que indicaba que la siguiente salida era a este pueblo. Como a mi me sonaba de haber leído algo sobre él, decidimos parar y fue lo mejor que pudimos haber hecho.
Es
un pueblo pequeño, amurallado y con sus casas pintadas de
blanco......Se puede pasear por las murallas pero, por lo menos a mí me
dió un poco de miedo. No son demasiado anchas y carecen de cualquier
tipo de protección de caídas al vacío..........
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